Las virtudes de los cactus son de sobras conocidas: resistentes a la intemperie y poco exigentes en riego, su cultivo no es demasiado complicado y con unas mínimas atenciones sobreviven incluso a los jardineros más torpes. Además, la enorme variedad de especies existentes permiten componer un jardín, terraza o interior muy ameno y pintoresco incluso con poca inversión.
Ahora bien, el problema de los cactus, al menos en algunos casos y escenarios, como el de tener niños pequeños o animales en casa o cuando toca trasplantarlos, es su característica más distintiva: los tipos de xerófilas más extendidas son las que tienen pinchos o espinas. Por fortuna, todavía quedan a nuestro alcance un amplio abanico de estas plantas que no tienen espinas. Te invitamos a conocer algunas de las que puedes encontrar más fácilmente.
Tipos de cactus sin pinchos
Si tenemos hijos correteando por casa y nos encantan los cactus por su apariencia, lo más recomendable será elegir aquellos que no tienen espinas para evitar que los más pequeños se pinchen y se hagan heridas. Como estos:
- Epiphyllum sp: este cactus sin espinas es de floración nocturna. Se caracteriza por tener hojas grandes y planas que caen en forma de cascada. Es preferible colocarlos a la sombra o en el interior de la vivienda.
- Sansevieria sp: esta especie también debe estar en la sombra. Al contrario del anterior sus hojas son verticales y tienen forma de espada.
- Rhipsalis: pertenece al género de cactus epífitos y es el más grande de su género. Tiene tres formas diferentes de tallos: cilíndrico, angular o aplanado. En total cuenta con unas 35 especies diferentes, la mayoría sin espinas. Entre sus nombres más comunes están la cassutha, oblonga, russellii o sulcata.
- Pereskia: estos cactus son unos de los más raros, ya que se asemejan a las rosas salvajes más que a los cactus propiamente dichos.
- Lophophora: son cactus pequeños que crecen muy cercanos al suelo.
- Asthophytum asterias: es un cactus de tamaño pequeño que actualmente está en peligro de extinción. Su tallo es esférico y aplanado.
¿Qué cuidados necesita un cactus?
Con el objetivo de no estropear el cactus y cuidarlo lo mejor posible, hay que seguir una serie de cuidados básicos:
- Hay que regarlo cuando notemos que la tierra donde está plantado está muy seca o cuando observemos que la planta se está amarilleando o arrugando. Normalmente se debe hacer cada 10 días en primavera si lo tenemos en una maceta de plástico o cada 15 días si está en una maceta de barro. En cambio, si es invierno, hay que regarlo lo mínimo posible si el cactus se encuentra en el exterior y una vez al mes aproximadamente si está situado en el interior.
- Es aconsejable tener cuidado con las enfermedades y fumigarlo, al menos, dos veces al año. Son especialmente sensibles a hongos y podriduras, por lo que un fungicida siempre es recomendable.
Conociendo los diferentes tipos de cactus sin espinas, así como sus cuidados básicos ya podrás disfrutar de esta planta sin miedo a correr ningún peligro en casa. Y para que tu vivienda esté totalmente protegida, no dudes en contratar un Seguro de Hogar MAPFRE. ¡Te informamos sin ningún compromiso de la póliza que más te conviene!