¿Cómo plantar lechugas en macetas?
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La lechuga es una hortaliza muy fácil de cuidar: no necesita abono, crece bien a la sombra y al sol y no presenta problemas con el viento. Además, si no dispones de mucho espacio, no hay problema, porque se cultivan bien en pequeñas macetas. Hoy te contamos cómo plantar lechugas en macetas para tener tu verdura fresca y siempre a mano.
Las ventajas de tener un huerto en casa
Tener un huerto en casa tiene efectos muy positivos para la salud, ya que permite consumir alimentos más sanos, frescos y libres de pesticidas. Además, es un incentivo a la hora de incluir más verduras en la alimentación diaria de toda la familia.
No es necesario que dispongas de mucho espacio o de una zona exterior para colocar tu huerto, ya que puedes plantar algunas variedades en macetas o en mesas de cultivo y situarlas en las zonas más soleadas de la casa. Al igual que la gran mayoría de plantas, las hortalizas necesitan la luz solar para realizar la fotosíntesis, por ello debes buscar una orientación sur o sureste, que es la que habitualmente recibe más horas de luz.
Después, tendrás que proveerte de sustratos orgánicos y de las semillas que quieras plantar, aunque también puedes optar por planteles de hortalizas, tomates, etc.
¿Por qué cultivar lechugas?
La lechuga es una de las plantas más recomendadas para los que se deciden a instalar su huerto en casa, pero no tienen experiencia. Este cultivo se puede instalar en cualquier época del año y no requiere grandes cuidados. Su ciclo de crecimiento es corto, y si se combinan distintas variedades, se puede obtener cosecha todo el año.
El ajo, la cebolla, las acelgas, el rábano o las plantas aromáticas son otras opciones aptas para principiantes.
Cómo plantar lechugas en macetas
Para saber cómo plantar lechugas en macetas, solo tienes que seguir estas indicaciones. Verás como en poco tiempo, puedes consumir sus hojas frescas con la satisfacción de haberlas hecho crecer tú mismo.
Siembra
Puedes pedir a un agricultor de la zona que te de unos planteles de lechugas o comprarlos en un vivero. Otra opción es empezar desde cero sembrando las semillas, una experiencia más gratificante ya que serás el responsable de todo el proceso.
Para sembrar con semillas:
- Pon las semillas a remojo durante 24 horas.
- Pasado ese tiempo, introduce las semillas en los almácigos a una profundidad del doble del grosor de la semilla.
- Presiona ligeramente la tierra.
Consejos:
- Los almácigos deben tener el grado de humedad óptimo para que la planta germine.
- La temperatura correcta debe rondar los 17 grados. De esta forma, la planta tardará menos de dos semanas en germinar.
Trasplante
Cuando veas que las plántulas de lechuga alcanzan unos diez centímetros de alto, ha llegado el momento de cambiarlas a una maceta.
Ten en cuenta que la lechuga crecerá y sus raíces llegarán a los 25 centímetros. Por eso, para que se desarrolle bien, la maceta debe tener un mínimo de 30 centímetros de profundidad y otros 30 de diámetro. Si vas a plantarlas en jardineras, procura dejar una distancia entre una y otra plántula de unos 60 centímetros.
¿Cómo trasplantar las plántulas?
- En la maceta, pon una capa de arena para favorecer el drenaje.
- Vierte sobre la base de arena una mezcla de una parte de humus de lombriz y dos de tierra.
- Saca las plántulas de los semilleros manteniendo la tierra adherida a sus raíces e introdúcela en la maceta.
- Después, rellena los espacios con la mezcla anterior, presiona la tierra ligeramente y riega.
Condiciones óptimas para las lechugas
Para que tu lechuga crezca al ritmo correcto, sea frondosa y de calidad, debes seguir las siguientes pautas:
Temperatura, mejor bajas que altas
Las lechugas suelen aguantar mejor las temperaturas bajas que las altas, ya que con el calor se vuelve más fibrosa y las hojas adquieren un sabor amargo, lo que hace que dejen de ser aptas para su consumo. Para que todo esté en orden, deben estar entre los 5 grados de mínima y los 25 de máxima.
Luz solar: de cuatro a seis horas
Como decíamos al principio, las lechugas no son muy exigentes en cuanto a horas de luz solar. Con unas cuatro o seis horas de exposición directa al día es más que suficiente. Si no es posible, no te preocupes, porque también pueden adaptarse muy bien a la semisombra.
Riego continuo y humedad
Es muy importante ser exigentes con los riegos, ya que la falta de agua es una de las cosas que más acusan las lechugas. Estas hortalizas necesitan tener un cierto grado de humedad constante.
Para mantener esa humedad, se puede colocar una bandeja o plato debajo de la maceta y echar ahí el agua. Así se evitan los encharcamientos y la planta puede ir absorbiendo el agua poco a poco.
Tiempo de cosechar
Depende de la variedad de la lechuga y de las condiciones de cultivo, pero por lo general ya se pueden cosechar en tres o cuatro meses. Puedes recogerla entera o ir cosechando las hojas poco a poco.
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