Plantas crasas y suculentas: cuidados básicos
Blog hogar MAPFRE
El equipo de redacción de MAPFRE lleva más de diez años investigando y publicando artículos relacionados con el mundo del hogar, con temáticas como bricolaje, recetas de cocina y limpieza del hogar, entre otras. No te pierdas todos nuestros consejos y guías para hacer de tu casa el hogar con el que siempre has soñado.
Los años de experiencia de MAPFRE en el sector nos avalan como fuente de información veraz y práctica, ayudándote en tus tareas diarias.
Los cactus forman parte de la familia de las plantas crasas y suculentas, son los más conocidos, pero podemos encontrar multitud de variedades distintas que te ayudarán a decorar tu hogar con un mantenimiento realmente muy sencillo. Lo mejor de estas plantas es que son resistentes y pueden crecer casi en cualquier espacio, por lo que podrás realizar un pequeño jardín donde quieras. Te contamos cuáles son sus cuidados básicos.
Qué son las plantas crasas
Las plantas crasas son conocidas también como suculentas. Estas se caracterizan por disponer de un importante almacenamiento de agua y nutrientes. Muchas lo hacen en las hojas, otras en las raíces y otras en el tallo, dependiendo de la variedad. Esto les permite sobrevivir en lugares en los que otras no podrían como son las zonas más áridas del planeta. Se adaptan muy bien y son sencillas de mantener y cuidar.
Cuidados de las plantas crasas o suculentas
Los cuidados que requieren este tipo de plantas son muy sencillos, pero debemos conocerlos para que puedan sobrevivir y desarrollarse correctamente.
Sustrato
Lo normal es que crezcan en lugares en los que puedan sostenerse, pero sin necesidad de contar con una amplia capa de sustrato. Las crasas pueden crecer en la corteza de los árboles o incluso sobre la roca. Por lo tanto, son plantas que se desarrollan en suelos pobres. En el mercado podrás encontrar sustrato especial para cactus que cuenta con una gran cantidad de arena.
Riego
Son plantas que crecen en terrenos muy áridos y, por tanto, con poca agua. Por este motivo no necesitan demasiado riego. Gracias a sus características propias, pueden absorber la humedad del ambiente y retenerla en sus raíces, tallos u hojas. Esto le permite crecer en cualquier parte, incluso suspendidas en el aire o en lugares con muy poco sustrato.
Fuente: https://cutt.ly/NjBXCn2
Uno de los errores principales que puedes cometer con este tipo de plantas es el riego excesivo, ya que puedes matarlas. En los meses más fríos del año bastará con que les añadas un poco de agua cada 15 días, cuando el calor aprieta este debe aumentar, pero será suficiente con que lo hagas una vez a la semana.
Por otro lado, deben estar bien drenadas, el riego no debe encharcarlas nunca. Colócalas en tierra y recipientes que permitan eliminar el agua sobrante tras el riego. Evita el uso de platos bajo ellas para evitar que la humedad se acumule.
Luminosidad
Necesitan mucha luz, pero no debemos someterlas a luz directa, sobre todo en los meses de verano. De esta manera, podremos mantener una hidratación correcta que les permita guardar sus reservas de agua. En el caso de que estén expuestas a rayos solares muy intensos, sus hojas pueden quemarse y, en el caso de que las hojas se vuelvan pálidas, es porque no están recibiendo la luz suficiente.
Con estos consejos podrás mantener de una manera muy sencilla tus plantas crasas y suculentas para colocarlas en cualquier parte de tu casa. Pueden crecer en interiores o en jardines exteriores en los que las temperaturas no sean muy bajas. Son ideales para decorar cualquier espacio, ya que se desarrollan muy fácilmente en las condiciones más extremas.
Comentarios (0)