Cómo hacer un calcetín de Navidad casero
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La Navidad está llena de tradiciones entrañables, y las botas o calcetines de Santa Claus es una de ellas. Poner una casa siempre da color y ambiente y te contamos cómo confeccionarla, como otras manualidades de esta época.
Su historia se remonta a la Edad Media. Según cuenta la leyenda, un hombre rico quedó viudo y al cargo de tres niñas. Esa situación le hizo ver la vida de otra manera y se dio cuenta de que hasta ese momento no había valorado lo que tenía, y decidió repartir todas sus riquezas entre los pobres. Las niñas crecieron y conocieron a tres jóvenes apuestos, de los que se enamoraron al instante. Pero como no disponían de dote, su padre no pudo concertar los matrimonios.
La historia llegó a oídos de San Nicolás, y decidió echarles una mano. Como no podía entrar en la casa, tiró unas monedas por la chimenea sin muchas esperanzas de que las encontraran, ya que estaba encendida.
Sin embargo, las tres muchachas habían colgado en su interior sus calcetines recién lavados para que se secaran rápidamente, y esto hizo que las monedas se quedaran atrapadas dentro de ellos. A la mañana siguiente, cuando vieron lo que había ocurrido, no daban crédito. La generosidad de su padre había tenido sus frutos y las tres jóvenes pudieron casarse con sus enamorados.
Esta tradición anglosajona se viene practicando desde tiempos inmemorables. Cada 24 de diciembre, los miembros de la familia cuelgan sus calcetines en la chimenea esperando encontrar dulces o pequeños regalos dentro de ellos. Una costumbre que ha ido calando en el resto del mundo y ya son muchos los países que la llevan a cabo como propia.
El método tradicional dicta que deben colgarse en las chimeneas, pero cada vez menos casas cuentan con una, por lo que ahora se colocan como adorno o cerca del árbol. Además, cada miembro de la familia debe hacer su propio calcetín, personalizado, que es el que usará durante el resto de su vida. Así que si quieres introducirte de lleno en esta tradición, te contamos como puedes hacer tu propia boda de Navidad.
Hacer una bota de Navidad es muy fácil. Incluso es una manualidad perfecta para hacer con los niños durante las vacaciones escolares. No solo contribuye a desarrollar su creatividad, sino que además es la excusa perfecta para pasar un rato divertido en familia entre trozos de tela, adornos y risas. La clave para que todo fluya es dejarles que la decoren a su gusto, sin intervención adulta. De esta manera, se sentirán más satisfechos con el resultado.
Primero, reúne todos los materiales:
- Un trozo de tela del doble de tamaño que queremos para nuestra bota. Puede ser paño o fieltro.
- Papel de manila para hacer el patrón (en su defecto, sirve cualquier papel).
- Alfileres.
- Tijeras convencionales y en forma de zigzag.
- Marcador para tela o un bolígrafo.
- Pegamento textil.
- Una cinta de 20 centímetros.
- Tela de borrego.
- Adornos al gusto.
- En un papel de manila, dibuja el patrón de tu calcetín. Si no sabes cómo hacerlo, en internet encontrarás numerosas opciones para que puedas usar la que más te guste.
- Pon tu patrón ya recortado sobre un trozo de tela roja doblado por la mitad, y ve colocando alfileres alrededor del patrón, a unos dos centímetros de distancia del papel para que cuando lo recortemos no se mueva.
- A continuación, traza el contorno del patrón sobre la tela y recorta la línea.
- Ahora ya tienes los dos lados del calcetín. Aplica pegamento textil por todo el contorno de una de las mitades (excepto la parte superior) y coloca la otra encima. Presiona las dos mitades para que el pegamento ejerza mejor su trabajo.
- Dobla una cinta de unos veinte centímetros por la mitad y pégala en la parte superior (hacia el extremo del lado del talón) por dentro del calcetín. Esa será la cinta que usemos para colgar nuestra bota de la chimenea.
- Corta dos rectángulos de tela de borrego con el ancho de la bota y coloca uno de ellos en la parte superior de la bota a modo de falsa solapa. Repite el proceso con el otro rectángulo en la otra mitad de la bota.
- Ahora es el momento de decorarlo. Y llegado a este punto, prima la creatividad de cada uno. Puedes usar cintas bordadas, piculina (una cinta en zigzag) en blanco o de colores, botones, madroños, cascabeles, lazos… O puedes recortar formas como corazones o estrellas en trozos de tela que te hayan sobrado de un trabajo anterior. Solo tienes que aplicar el pegamento textil y listo.
Si lo deseas, puedes perfeccionar los bordes de tu bota recortando el filo con una tijera en forma de zigzag.
Una vez hecha nuestra bota la colgaremos en el lugar que más nos guste y esperaremos a que Santa Claus tenga a bien rellenarla con dulces, chucherías o lo que considere. Pero solo si nos hemos portado bien, porque si no, lo que encontraremos será un buen trozo de carbón.
Si dispones de chimenea y esta está operativa, recuerda mantener las precauciones necesarias antes de colgar tus botas de Navidad. Ante cualquier duda, siempre es mejor colocarlas en un lugar más alejado y contar con el Seguro de Hogar MAPFRE, que además de la cobertura contra incendios te brinda los mejores servicios para que tu familia y tu casa estéis siempre protegidos.
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