¿Cómo arreglar una cremallera atascada?
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La cremallera es un mecanismo de cierre presente en muchas prendas de vestir, calzado, o bolsos, que consta de dos tiras de tela con una fila de dientes de plástico o metal a los lados que se encajan o se separan al mover la pieza central que sujeta las dos tiras. Si esos dientes se desalinean como consecuencia del paso del tiempo o por un mal movimiento, la pieza central no puede pasar por ellos, haciendo que el cierre se quede atascado. En estos casos, emplear la fuerza bruta no es la solución, pues con ello puedes hacer que se termine de romper del todo. En su lugar, pon en práctica uno de los trucos para arreglar cremalleras que te traemos en esta ocasión.
Trucos para arreglar cremalleras
Si no eres un virtuoso de la costura, probablemente cuando hayas visto que la cremallera de tu pantalón o chaqueta se ha atascado, hayas pensado que la mejor solución es tirar la prenda. Todos tenemos la idea de que para arreglar cremalleras hay que tener un nivel avanzado en la materia, pero nada más lejos de la realidad. ¡Toma nota de estos consejos!
En primer lugar, hay que detectar el problema, ya que de él depende la solución:
Cremallera bloqueada: retira el obstáculo
Puede que el problema de tu cremallera sea, simplemente, que ha quedado un trozo de tela o unos hilos pillados entre los dientes de la misma. Si es así, trata de sacar el obstáculo tirando suavemente, mientras al mismo tiempo mueves el tirador para ir avanzando posiciones poco a poco.
Cremallera atascada: aplica vaselina o limpiacristales
Para desatascar una cremallera puedes usar un aceite multiusos, aceite de coco o cualquier otro lubricante que tengas en casa, como vaselina o jabón.
Aplícalo con ayuda de un hisopo sobre la cremallera, en la parte externa e interna y cubriendo por completo todos los dientes. Después, abre y cierra la cremallera poco a poco. Al principio no responderá, así que debes tener paciencia.
¿Todavía no se desatasca? Pulveriza limpiacristales sobre la misma e intenta abrir y cerrar de nuevo. Una vez conseguido, lava inmediatamente la prenda para que no queden manchas.
El tirador ni sube ni baja: pon un imperdible
En ocasiones ocurre que cuando estamos abrochándonos una prenda descubrimos que la cremallera ni sube ni baja. Esto suele pasar porque se ha partido una pieza de la cremallera.
Para solucionarlo, coloca un imperdible en la zona de cierre e inténtalo de nuevo. Verás como ahora sube y baja sin problemas.
La cremallera se queda abierta: ajusta con unas pinzas
Seguro que te ha pasado alguna vez: cierras la cremallera, pero los dientes se quedan separados, es decir, la cremallera se mantiene abierta. Para arreglarla, ábrela por completo y presiona el carro de la cremallera con unas pinzas.
Un diente se ha enganchado: usa un lápiz de grafito
En este caso necesitas un lápiz tradicional (no un boli), ya que el grafito es un lubricante seco muy eficaz. Frota la punta del lápiz a lo largo de ambos lados de los dientes de la cremallera, concentrándote en la zona donde está atorado el cierre.
Cuando haya suficiente grafito en los dientes, intenta subir la cremallera de nuevo con movimientos suaves.
Se ha quitado el tope: cose el cierre de la cremallera
Si se ha caído el tope de la base, para arreglar la cremallera tienes que cortar los hilos que estén sueltos, cerrar la cremallera asegurándote de que todos los dientes encajan bien, y zurcir el cierre para que las filas no se separen de nuevo.
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