Mi gato no bebe agua, ¿Qué puedo hacer?
Licenciada en Veterinaria por la Universidad Alfonso X El Sabio desde 2009 y especializada en pequeños animales, perros, gatos y roedores.
Cuenta con su propia clínica veterinaria, donde dan servicio de consulta, pruebas de laboratorio y diagnóstico, hospitalización y cirugía.
Para poder saber si nuestro gato bebe la cantidad recomendada de agua, primero debemos saber «¿Cuánta agua bebe un gato al día?» Debemos pensar que los gatos debido a los orígenes que tienen se alimentaban de otros animales en libertad, ratones y lagartijas entre otros, los cuales aportan un 80% de agua de la que necesitan de manera natural.
Obviamente en la actualidad ya no se alimentan de otros animales por lo que el porcentaje de agua debe venir de otro lado. Los gatos que se alimentan únicamente de pienso seco necesitarán bastante más cantidad de agua, puesto que solo les porta un 7 u 8% de la que necesitan. En cambio, los gatos que se alimenten de dieta húmeda (las latas para gato), seguramente demanden bastante menos agua, ya que estas contienen un 70-80% de agua.
Este inicio es importante, porque no es lo mismo que un gato no beba agua si su alimentación es a base de pienso que si se trata de comida húmeda, en estos casos, realmente no les hace falta un aporte extra.
El problema viene cuando el gato come pienso seco y bebe poca agua, entonces debemos preguntarnos por qué puede ser.
¿Por qué no bebe agua mi gato?
Antes de nada, podemos pensar en qué cosas no le gustan a nuestro gato y que pueden ser la causa de que beban menos agua:
- Comida húmeda: como hemos comentado, necesitarán menos ingesta de agua que alimentándose de pienso seco.
- Bebedero cerca de la arena: muchos gatos no les complace beber agua si el bebedero está cerca de donde hacen sus necesidades. Podemos probar a cambiarlo de zona y ver si así se anima a beber más agua.
- Agua limpia: los gatos, a diferencia de los perros son más finos con estas cosas, es decir, si está sucia o tiene mosquitos o bichos puede ser que rechace el agua. Podemos probar a cambiarla a diario o incluso varias veces al día y ver así si bebe más agua o sigue igual.
- Muchos gatos y pocos bebederos: también puede ser una causa de que no quieran acceder al bebedero. Si tenemos varios gatos, podemos poner en distintas habitaciones algún bebedero más a ver si así empieza a beber más agua.
- Problemas bucales: puede ocurrir que, si tienen lesiones en la boca, ya sean resortivas, las cuales generan dolor hasta al beber agua, cree un rechazo, pues le genera dolor y dejará de beber agua.
- Problemas de comportamiento: a veces por aburrimiento no les gusta beber siempre del mismo sitio. Esto puede solucionarse mediante una fuente de agua, especiales para gatos, que lo que hacen es que corra el agua de manera constante y genera en ellos curiosidad y que beban más agua.
¿Puede ser peligroso?
La respuesta es sí. Cuando un gato no ingiere el agua que debería, puede provocar una deshidratación ya sea leve o severa, que acarreará serios problemas:
- Deshidratación, que provocará letargo, decaimiento, malestar.
- Problemas de vías urinarias.
- Problemas renales, secundarios a la deshidratación.
Si nos parece que nuestro gato bebe poca agua, debemos primero empezar a medir cuánta agua es al día, para que nuestro veterinario haga una estimación en función del peso y determine si es poca o mucha.
También habrá que descartar patologías que puedan cursar con la menor ingesta de agua y poner tratamiento.
¿Cuánta agua debe beber mi gato?
Como ya hemos comentado, es relativo y depende de si come pienso seco o comida húmeda, pero en rasgos generales debe ingerir una media diaria de 50 a 100 mililitros de agua por kg de peso. Hay que tener en cuenta si nuestro gato es muy activo, que en estos casos tendrá que beber más, igual que si está expuesto a altas temperaturas.
Siempre que tengamos alguna duda clínica debemos acudir a nuestro veterinario habitual para informarnos sobre el tema. Con el Seguro para Mascotas MAPFRE nuestro compañero estará protegido y tú tendrás la tranquilidad de que está en buenas manos en caso de algún contratiempo.
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