Mi gato duerme mucho y no juega, ¿qué hago?
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Como media, un gato suele dormir entre 12 y 16 horas al día. En el caso de los cachorros (pocas semanas de vida) y de los considerados en la etapa de “adulto mayor” (a partir de los 10 años), este tiempo puede verse aumentado hasta 20 horas diarias. Por eso es normal que un gato pase la mayor parte del día durmiendo, pero si lo que has observado es un cambio en sus rutinas (antes dormía menos, jugaba más) o su alimentación, entonces es normal que te preocupes, o al menos quieras saber qué pasa.
¿Por qué ha dejado de jugar mi gato?
Hay varias razones por las que tu gato podría haber dejado de jugar, y seguro que cuando des con la correcta podrás ponerle remedio:
Algún problema de salud
Es lo primero que debemos descartar, así que si además de jugar menos, notas que tu gato come peor y duerme más horas de las que lo hace normalmente, lo mejor es acudir al veterinario para que le hagan una revisión. Seguramente no sea nada importante, pero si eliminas la posibilidad de algún problema físico o anímico, te vas a quedar mucho más tranquilo.
Cambios en el entorno
Una mudanza, un nuevo miembro (humano o animal) en la familia, visitas más frecuentes o gente nueva por casa… son algunas situaciones que alteran el día a día de los animales, y en el caso del gato es importante cuidar y respetar su rutina.
Aburrimiento
Igual que ocurre con los perros, nuestros amigos gatunos necesitan mantenerse activos, por lo que deben ser estimulados mental y físicamente. Juguetes, elementos de recreo y una buena interacción con sus humanos favoritos son fundamentales para que no se aburran y se entreguen a los brazos de Morfeo.
Cambios en la edad
O en otras palabras: se nos hacen mayores. Puede ser el cambio de la edad joven a la adulta o de ésta a la vejez. En ambos casos, necesitan menos horas de juego al día.
Trauma en el juego
¿Es posible que alguna vez, mientras jugaba, tu gato se haya llevado un susto? Quizá has podido ser tú mismo sin darte cuenta: una regañina, un grito… pueden hacer que el animal haya cogido miedo a ese juego y ya no le apetezca repetirlo.
La comida no le gusta
Si ha dejado de disfrutar con la comida, tendrá menos energía menos ganas de jugar.
¿Qué podemos hacer para animar a nuestro gato?
Una vez descartados los problemas veterinarios, hay varias conductas y rutinas que puedes modificar para intentar cambiar la actitud de tu gato.
Nuevas distracciones
Inventa nuevos juegos, consigue juguetes diferentes y llamativos y juega con él. A los animales hay que dedicarles tiempo de calidad y seguro que notarás la diferencia.
Una comida distinta
Si crees que se ha cansado de la comida, ve cambiando gradualmente su alimentación. Al hacerlo poco a poco, evitarás problemas intestinales y que le siente mal. Puedes probar con distintos tipos de alimento (latas, patés, comida con trocitos) y así puedes ir viendo cual le gusta más.
Consulta con un etólogo felino
Si nada de esto funciona, el etólogo felino te puede ayudar. Los etólogos son profesionales que se dedican a estudiar el comportamiento de los animales. Estos estudios se basan en la observación y comprensión de las conductas naturales de los felinos, su comunicación, socialización y cómo se relacionan con su entorno.
Recuerda de además de cubrir sus necesidades básicas y darle mucho cariño, contratar un Seguro para Mascotas MAPFRE te dará la tranquilidad que necesitas.
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