El jerbo, características y curiosidades de este amistoso roedor
Licenciada en Veterinaria por la Universidad Alfonso X El Sabio desde 2009 y especializada en pequeños animales, perros, gatos y roedores.
Cuenta con su propia clínica veterinaria, donde dan servicio de consulta, pruebas de laboratorio y diagnóstico, hospitalización y cirugía.
Los jerbos son pequeños mamíferos, que también pueden ser conocidos como ratas del desierto. Existen nueve variedades distintas de las cuales la más adaptada y que podemos tener como mascota es la conocida como el jerbo de Egipto.
Características
Tienen un pequeño tamaño, pueden pesar desde 50 a 120 gramos, más pequeños que una rata, y de longitud desde la punta del hocico hasta llegar a antes del rabo pueden medir unos 10 a 13 cm y solamente la cola puede tener una longitud de 8 a 10 cm.
Las patas traseras son más largas que las delanteras, simulando a un canguro, esto se debe a su gran capacidad para dar saltos. Su espalda suele estar algo más erguida que en otro tipo de roedores. El color es tradicionalmente marrón, con tonos arenoso o grisáceo y blanco, perfectos para camuflarse y no ser detectado por otros animales.
Una característica de su cola es que cuando están ante un depredador, tienen la capacidad de desprenderse de ella, dejando el hueso de las vértebras de la cola al aire, eso sí no volverá a crecerle, quedará amputada para siempre.
Suelen tener una vida media de unos 3 a 4 años, en función de los cuidados y de patologías que puedan aparecer.
Si tenemos pensado tener un jerbo como mascota, debemos tener en cuenta las necesidades de estos pequeños mamíferos, porque, aunque sean pequeños necesitan cuidados especiales.
¿Cómo debe ser el hábitat?
Debemos pensar que, si queremos tener un jerbo en un ambiente de cautiverio, su hogar debería ser lo más cómodo posible y sobre todo seguro.
Una característica que les gusta mucho es escarbar, por eso la jaula debe estar hecha de materiales resistentes como el metal o vidrio para que no pueda romperla ni con las uñas ni con los dientes. Evita madera o plástico.
Una buena idea puede ser una pecera o acuario cubierto de sustrato para que pueda escarbar sin llegar a hacerse daño o romperla. En la parte superior se puede poner un doble piso de jaulas, siempre seguro para que no pueda quedar enganchado entre los barrotes, poniéndolos a poca distancia y mediante una rampa podrá subir al piso de arriba.
Siempre debemos disponer en la jaula de agua a libre disposición y una zona de cobertizo donde pueda esconderse o dormir.
Alimentación y cuidados
Son animales omnívoros. Podemos elegir entre dos tipos de alimentación:
- Piensos comerciales para jerbos, que están compuestos de semillas o darles también semillas como avena, trigo o cebada. También es importante que tengan una fuente extra de fibra, y podemos utilizar heno.
- Frutas frescas e insectos. Podemos elegir utilizar frutas de vez en cuando, siempre controlando que no le sienten mal. Un alimento prohibido es la cebolla que no debe usarse bajo ningún concepto.
Otros cuidados necesarios son disponer de juegos fuera de la jaula, por ejemplo, ruedas donde puedan meterse para correr o soltarlos por casa, siempre teniendo en cuenta que no haya espacios donde pueda esconderse, una buena opción es en el hall o en el pasillo, con las puertas cerradas. Hay que tenerle controlado siempre.
Debemos plantear todas estas cosas si deseamos tener un jerbo en casa. También tendremos en cuenta que necesitaremos acudir a un veterinario especializado en roedores ante cualquier problema que pueda aparecer. Puedes contar con el Seguro para Animales MAPFRE para proteger a tu mascota de cualquier percance. Cubre los gastos de asistencia veterinaria por accidente como consultas, tratamientos o intervención quirúrgica.
Diferencia entre un jerbo y un hámster
A simple vista son muy parecidos: pequeños, peludos y simpáticos. La principal diferencia reside en su cola. La del hámster es corta y rechoncha, mientras que la del jerbo es igual de larga que su cuerpo, unos 10 cm aproximadamente, es peluca y al final suele tener un mechón de pelo.
Si nos fijamos más detalladamente también podemos ver diferencias en su cara. La del hámster más redonda y ancha, con un hocico más corto y mejillas gordas, mientras que la del jerbo es ligeramente más alargada con un hocico más afilado.
En el comportamiento también hay diferencias, los hámsteres son claramente nocturnos, por lo que por las mañanas son más perezosos y es más difícil poder disfrutar de ellos porque están durmiendo. Los jerbos alternan sus periodos de actividad, por lo que podemos interactuar con ellos por el día. Además, son muy activos, a veces demasiado, curiosos y saltarines, mientras que el hámster es más tranquilo y dócil.
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