Las mascotas del cine más icónicas de la historia
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Para cualquiera que tenga una mascota, esta es la más especial del mundo. Y es que, para muchos, su compañero de vida tiene ese punto de artista digno de enseñar a las visitas, y no nos cabe duda de que así es. Pero de entre todas las mascotas del mundo hay algunas que destacan por haberse labrado un nombre en la historia a través de la interpretación.
Son animales que han aparecido en un sinfín de películas aportando un toque entrañable y tierno a las historias y que en más de una ocasión nos han hecho esbozar una sonrisa o sorprendernos con sus hazañas. ¿Quieres ver cuáles son las mascotas del cine más icónicas? Te las presentamos.
Las mascotas más famosas del cine
Estos animales que te presentamos forman parte de la historia del cine con mayúsculas. Su buen trabajo interpretativo les ha permitido protagonizar sus propias películas y, en muchos casos, destacar por encima de los actores principales. Son las mascotas del cine que quedarán para siempre en el imaginario colectivo.
Lassie, la perra más famosa del mundo
Lassie fue una perra collie que protagonizó un sinfín de películas, series y libros de aventuras, lo que le valió el calificativo de “la perra más famosa del mundo”. La popularidad le legó en los años 40 gracias a su papel protagonista en el largometraje Lassie, vuelve a casa, película en la que, por cierto, aparecía una jovencísima Elizabeth Taylor.
En realidad, Lassie no era una perra, sino un perro llamado Pal. Cuando se presentó al casting de la película, fue rechazado precisamente por ser un macho, y se le encomendó la tarea de rodar las escenas peligrosas. Sin embargo, en un momento del rodaje, la collie protagonista se desvaneció, y tuvieron que recurrir a Pal.
Este no solo cumplió con el guion, que consistía en cruzar un río, sino que además, salió del agua como agonizando y se desplomó en el suelo mirando a cámara. El director de la cinta Fred M. Wilcox no pudo reprimir la emoción y al instante le encomendó el papel protagonista. De esta y de seis producciones más, hasta que en 1958 murió. Se estima que su sueldo rondaba los 4.000 dólares a la semana, una cifra nada desdeñable para un animal.
Tras su muerte, fueron sus descendientes quieren continuaron dando vida a Lassie en otras películas.
El león de la Metro
Otra de las mascotas del cine que ha quedado para la posteridad es Leo, el felino de la Metro Goldwyn Mayer que asoma su cabeza a través de un rosco de cinta de película mientras emite dos rugidos. De hecho, para crear este emblema la compañía se inspiró en el eslogan Roar, Lion, Roar (Ruge, León, Ruge), la canción del equipo de fútbol de la Universidad de Columbia (Columbia Lions).
En realidad, más que de un león, deberíamos hablar de varios leones, puesto que el papel lo interpretaron hasta siete ejemplares diferentes. El primero fue Slats (1916-1926). Al principio, solo se veía su imagen estática, pero en 1924 se le pudo ver por primera vez en movimiento para la película Wild Oranges. Eso sí, entonces todavía no rugía.
En 1926, Slats fue reemplazado por Jackie, el primer león que emitió varios rugidos (en concreto tres) ante los atónitos espectadores. Su imagen se utilizó en todas las películas en blanco y negro, hasta 1927, momento en el Telly ocupó su lugar, que a su vez fue sustituido en 1932 por Coffee.
Desde 1934, con la llegada de las películas en color, la Metro tuvo que actualizar su cabecera y grabó a otro león, Tanner (el primero en rugir cuatro veces) y después a George.
En 1957 se filmó al séptimo león: Leo, que es el que conocemos en la actualidad, aunque a lo largo de los años se ha ido actualizando tanto su imagen como el sonido.
La mona Chita
La mona Chita, la inseparable compañera de Tarzán de los Monos, es uno de los animales más populares del séptimo arte. Poco importa que su nombre real no fuera Chita (o Cheetah para los anglosajones); que no fuera ella, sino él; o que no fuera uno solo.
De todos sus intérpretes, el más popular fue Jiggs, un chimpancé macho que apareció por primera vez en la película Tarzán y su compañera (1934) -la compañera, por supuesto, era Jane, no Chita). A esta, le sucedieron tres más de la mano de su inseparable Tarzán, aunque su carrera no siempre estuvo ligada al rey de los monos (al parecer, también interpretó al chimpancé del Dr. Dolittle).
Tuvo una vida muy longeva. Llegó a los 80 años de edad, sobreviviendo al resto del reparto de Tarzán.
El gato Orangey
Orangey fue el primer gato en protagonizar una película, concretamente Rhubard, de Arthur Lubin, con Ray Milland, Jan Sterling y Gene Lockhart. Y no fue la única, su aportación al cine fue muy extensa. Sin embargo, la cinta por la que alcanzó mayor popularidad fue Desayuno con diamantes (1961) junto a la mismísima Audrey Hepburn.
Orangey, que pertenecía al conocido domador de animales Frank Inn, acumuló en total 14 años de estrellato y dos premios Patsy (el equivalente al Oscar para animales).
El perro Rin Tin Tin
No podemos dejar fuera de esta lista al famoso perro Rin Tin Tin, el pastor alemán reconvertido a estrella de Hollywood durante la primera mitad del siglo XX. Él (o ellos, porque eran varios) protagonizó un gran número de películas e incluso estampó su huella en el Paseo de la Fama.
Su historia comenzó en 1918 en Francia, cuando un soldado de la Primera Guerra Mundial se encontró unos cachorros de pastor alemán junto a su madre, a los que cuidó y adiestró durante la contienda. Cuando llegó el momento de regresar a Estados Unidos, los llevó consigo y los introdujo en el mundo del cine, donde llegaron a protagonizar una veintena de títulos, una exitosa serie y se convirtieron en las estrellas de la época.
Flipper, el delfín
La historia del delfín Flipper está muy ligada a Lassie. Al parecer, el cineasta Ricou Browning tuvo una brillante idea tras observar cómo disfrutaban sus hijos con la serie de la famosa perra: ¿y si creaba una historia similar, pero con un delfín? Dicho y hecho. En 1963, un delfín mular llamado Mitzi protagonizaba su primer largometraje: Flipper, aunque lo que de verdad le dio fama mundial fue la serie.
En total fueron seis delfines (todos hembra) los que dieron vida a este entrañable personaje submarino. Después de Mitzi llegaron Suzy, Patty, Scotty, Squirt y Kathy.
Este último, Kathy, era el que más planos acaparaba. Este ritmo de trabajo le hizo tener que soportar mucho estrés, y Kathy pasó de ser un delfín alegre y entrañable a uno deprimido. Un día, decidió inhalar aire y hundirse en el fondo del estanque negándose a respirar nuevamente. Murió en cautiverio ante la presencia de su entrenador, que desde entonces cambió el rumbo de su vida y lucho por la libertad de los delfines en cautiverio.
Babe, el cerdito valiente
Babe es el cerdo que en 1995 se ganó el corazón y la simpatía de los espectadores con sus aventuras en Babe, el cerdito valiente.
En este caso no hablamos de un único ejemplar, sino de medio centenar de cerdos hembra de la raza Large White Yorkshire maravillosamente entrenados por Karl Lewis Miller. Eso sí, los gestos, muecas y sonrisas que pone Babe a lo largo de la cinta no son obra de Miller, sino de la tecnología. El guionista y productor George Miller estuvo esperando varios años a que la tecnología evolucionara lo suficiente como para hacer posible que los animales salieran hablando en la gran pantalla.
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