Agility, ¿por qué es bueno para tu perro?
Avada
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El agility para perros es una modalidad deportiva de competición en pleno auge, y su práctica está cada vez más recomendada por expertos y educadores caninos, ya que es una excelente forma de tratar ciertos problemas de comportamiento que pueden darse en nuestras mascotas.
El Agility como entrenamiento
La actividad se desarrolla en un terreno con obstáculos y barreras que el perro tendrá que sortear o superar con movimientos ágiles, limpios y exactos, con el aliciente de hacerlo contrarreloj. Para superar el circuito, su dueño y educador debe estar presente, brindándole las directrices necesarias cuando la situación lo requiera.
La clave está en que los perros participan sin correa, sin juguetes y sin incentivos de ninguna clase. Además, el guía no debe tocar al animal en ningún momento. Eso sí: podrá darle indicaciones a través de señales manuales, el lenguaje corporal o su propia voz. Es una auténtica prueba de obediencia en la que la recompensa es el propio juego.
Los circuitos son complicados, lo suficiente para que el animal necesite las directrices humanas para poder superarlo. Nuestra mascota tendrá que combinar precisión y velocidad para lograr el éxito, pero nosotros tendremos que poner en práctica ciertas técnicas para compensar la diferencia de velocidad humana y canina.
Los border collie son grandes expertos en este tipo de pruebas, en las que destacan notoriamente en desempeño y velocidad.
Ventajas de practicar Agility
Esta modalidad deportiva se puede practicar más allá de la competición, por el mero hecho de realizar un entrenamiento saludable con nuestra mascota. Algo que, los educadores caninos recomiendan encarecidamente.
Entre sus beneficios encontramos el de estrechar lazos entre dueño y mascota, reducir conductas agresivas o situaciones de estrés en el animal, o favorecer la obediencia. Pero hay que ser cauto y saber dónde acudir o cómo entrenar a nuestro animal, ya que si el circuito está mal dirigido puede desencadenar un estado de ansiedad aún mayor. Bien enfocado, el agility ayuda a:
- Fomentar la obediencia: El agility es una excelente fórmula para enseñar a nuestra mascota a seguir nuestras indicaciones de una forma divertida y amena. El perro tiene que seguir unas normas y obedecer unas pautas concretas sin incentivos, sin tocarle, sin recompensas. De esta manera aprende a obedecer la voz de su amo, con órdenes sencillas como “para”, “corre”, “salta”.
- Estar en forma: Para realizar los ejercicios, tanto el perro como su dueño deben correr, saltar, etc., lo que supone una actividad física muy saludable.
- Aumentar los reflejos: El animal debe medir las distancias, calcular espacios, adecuar la velocidad y la fuerza… Y rápidamente, lo que favorece una mejora en sus reflejos.
- Aprender a jugar: No es que el can no sepa jugar, pero el agility proporciona el entorno y el ambiente ideales para hacerlo, aprendiendo técnicas, movimientos, etc.
- Estrechar lazos: El hecho de compartir una actividad fuera de casa con nuestra mascota hace que crezca la afectividad mutua con el perro. Es un pasatiempo sano y divertido con el que dueño y perro disfrutan.
- Trabajar miedos: Aunque a simple vista los obstáculos del circuito parezcan fáciles, no lo son ni mucho menos. La prueba es que no todos los perros son capaces de superarlos, y los que lo consiguen es a base de mucho entrenamiento. Por eso, cada vez que el animal supera una barrera complicada, favorece su seguridad y le ayuda a eliminar los miedos a ciertas situaciones.
- Favorecer la propiocepción: es decir, ayuda a mejorar el sentido que informa al organismo de la posición de los músculos, aumentando la capacidad de sentir la posición relativa de partes corporales contiguas. Los perros aprenden a ser más conscientes de donde apoyan sus patas tanto delanteras como traseras, a mejorar su equilibrio, su capacidad de concentración… aspectos muy positivos para desenvolverse en su día a día.
Los beneficios del agility en los perros hacen que sea una actividad en pleno auge. De hecho, en España hay cada vez más escuelas que ofrecen un espacio adecuado a todos esos animales que desean practicarlo por amor al arte, sin la presión de la competición.
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