Artrosis y otras enfermedades comunes en los canes
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La artrosis canina es una de las enfermedades de los perros que afecta generalmente a canes mayores, pero puede darse en otros más jóvenes a causa de la obesidad, por algún traumatismo o por malformaciones genéticas. Se trata de una enfermedad degenerativa de las articulaciones como consecuencia de un desgaste anormal de los cartílagos que provoca mucho dolor e impide la movilidad normal del animal.
Artrosis canina: síntomas
El diagnóstico precoz es fundamental para proporcionar al animal una buena calidad de vida. Los perros presentan una serie de síntomas: se mueven de forma lenta y no quieren salir de paseo ni jugar; tienen dificultad para sentarse, ponerse en pie y acostarse; se muestran inapetentes, irritables o nerviosos y duermen mal; y no quiere ser tocados en la zona afectada por la enfermedad.
Sin embargo, detectar la artrosis en sus etapas iniciales puede resultar complicado porque estos síntomas pueden pasar inadvertidos debido a que los perros tienden a desplazar el peso hacia otra articulación sana evitando hacer presión sobre la zona que les duele. A medida que la enfermedad evoluciona, los perros desarrollan una cojera o cualquier alteración en el apoyo que, finalmente, se hará continua, pudiendo llegar a la postración total a causa del dolor.
Prevención de la artrosis
Para prevenir la artrosis hay que actuar, fundamentalmente, en tres aspectos: alimentación, ejercicio físico y control veterinario. Un perro adecuadamente alimentado no tendrá sobrepeso, con lo que evitará sobrecargar sus articulaciones y, consecuentemente, acelerar su desgaste. A una correcta alimentación hay que añadir el ejercicio diario de acuerdo a la condición física, edad y raza del animal. Todo esto se complementa con el control del veterinario para detectar cualquier problema que pueda desarrollar el perro a medida que envejece.
Pero, si a pesar de haber tomado todas estas medidas nuestro perro desarrolla una artrosis ¿qué debemos hacer?
Tratamiento
La artrosis es una enfermedad degenerativa que no tiene cura.
Sin embargo, con un tratamiento supervisado por el veterinario, el perro puede tener una calidad de vida aceptable. Básicamente, hay que tener en cuenta los mismos aspectos tratados anteriormente. Hay que controlar la dieta para evitar la obesidad.
A pesar de la artrosis, el perro debe moverse y hacer ejercicio suave acorde a su edad y al estado de su enfermedad. Sacarle a pasear varias veces al día, siempre con la misma intensidad, evitando los movimientos bruscos o incontrolados. Para paliar el dolor, el veterinario le recetará antiinflamatorios no esteroideos, así como minerales, vitaminas o incluso colágeno para nutrir el cartílago. En casos muy severos, puede ser necesaria la intervención quirúrgica para eliminar la proliferación ósea anormal. Asimismo, es importante protegerlo del frío y el calor excesivos, porque empeoran su estado.
Otras enfermedades de los perros
Existen diferentes enfermedades de los perros que, de manera más o menos frecuente y con mayor o menor gravedad, les afectan y tienen su origen en enfermedades infecciosas, autoinmunes o causadas por parásitos tanto externos como internos. Conviene estar alerta ante cualquier cambio de hábitos del perro o si presenta algunos de los síntomas que reseñamos a continuación. Si esto ocurre, hay que acudir al veterinario cuanto antes, porque puede ser síntoma de alguna de estas enfermedades o de otras que no figuran aquí.
- El moquillo. Esta es una enfermedad muy peligrosa y dolorosa que afecta principalmente a perros jóvenes no vacunados o ancianos. Comienza con tos o estornudos, secreciones de nariz y ojos, pero puede presentar, además, otros muchos síntomas: flemas, fatiga, fiebre, inapetencia, diarrea, etc. Su contagio es muy fácil y a menudo mortal, sobre todo para los cachorros. La mejor manera de prevenir esta enfermedad es con la vacunación.
- La parvovirosis o parvovirus canino daña principalmente el sistema digestivo del perro, provocando vómitos, diarrea, hemorragias, falta de apetito, deshidratación, cansancio, y depresión. Afecta sobre todo a los cachorros a partir de las seis semanas al perder la inmunidad maternal. El contagio se transmite a través de las heces de un animal enfermo. El virus puede sobrevivir mucho tiempo. El desenlace de esta enfermedad puede ser fatal si no se diagnostica a tiempo y se da un tratamiento basado en dieta líquida, junto con reposición hidroelectrolítica intravenosa. Se puede prevenir mediante una vacuna.
- La hepatitis vírica, es una enfermedad que afecta principalmente al hígado. Es muy contagiosa, y puede acabar con la vida del perro. En algunos casos se observa que el perro duerme mucho, está apático, tiene fiebre, ha perdido de apetito, tiene vómitos y diarrea, y presenta amigdalitis e inflamación de los ganglios linfáticos. El tratamiento se basa en aliviar la sintomatología. Si no se cura, se puede volver crónica, provocando insuficiencia hepática. Se puede prevenir, con la vacuna.
- La rabia es una enfermedad tremendamente letal. Se transmite a través de la saliva de un animal infectado. El portador más común de rabia es el perro, pero cualquier mamífero puede serlo. El virus no dura mucho fuera de un cuerpo con vida (máximo 24 horas). Todos los cachorros de perro deben ser vacunados contra la rabia, repitiéndose la vacunación periódicamente dependiendo de la vacuna empleada y de la incidencia de la enfermedad en el territorio. Cuando se ha contraído, la rabia es mortal, no existe ningún tratamiento.
- La leptospirosis canina es una enfermedad bacteriana que se contrae a través de agua contaminada por la orina de rata. Si no se trata a tiempo puede causar la muerte. Provoca fiebre, diarrea y vómitos con sangre, ictericia, orina oscura y deshidratación, entre otros síntomas. Se puede prevenir con la vacuna y tratar con antibióticos. La vacunación masiva ha hecho que la enfermedad resulte cada vez menos frecuente.
- Por último, trataremos de la leishmaniosis canina. Esta es una enfermedad causada por un parásito (la leishmania) que se transmite por la picadura de un mosquito. La temporada de peligro comienza con el calor, cuando el mosquito está más activo. Los síntomas más habituales son la pérdida de pelo en determinadas zonas de la cabeza, adelgazamiento, fiebre, anemia, artritis… La leishmaniosis canina se puede tratar, pero no curar. La mayoría de los perros que contraen esta enfermedad mueren, o en el mejor de los casos reciben tratamiento y atención veterinaria el resto de su vida.
Alguna de las enfermedades de los perros descritas, como la rabia, la leptospirosis, y otras, además de algunas variedades de parásitos, pueden ser contagiadas a los seres humanos si no se observan medidas higiénicas elementales. Por eso es fundamental que nuestras mascotas estén limpias, sanas y que sus vacunaciones y desparasitaciones estén controladas por el veterinario. El Seguro para Mascotas MAPFRE cubre la asistencia veterinaria originada por accidente o enfermedad del animal, con una amplia red de centros veterinarios colaboradores.
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