Cintas de correr para perros, ¿sí o no?
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Los perros necesitan realizar ejercicio de forma regular para mantenerse ágiles y sanos, pero cada raza tiene unas necesidades diferentes. Así, por ejemplo, un shar pei, un carlino o un pequinés no tienen grandes necesidades, mientras que un perro de caza, deberá ejercitarse, correr o dar largos paseos para que su salud no se vea mermada.
También hay que tener en cuenta el estado de salud del can, puesto que no es lo mismo un cachorro que esté lleno de energía, que un perro anciano que ya tenga problemas en sus articulaciones y deba mantenerse más en reposo.
Así pues, se puede afirmar que la cinta de correr para perros es una buena opción siempre que el estado físico del animal sea bueno.
¿Para qué sirven las cintas de correr para perros?
La respuesta parece obvia, pero hay que analizar a fondo la cuestión. La cinta de correr para perros sirve para que estos animales realicen ejercicio de forma regular. Lo ideal es que puedan salir a pasear a la calle o a correr al parque, pero esto no siempre es posible por infinidad de circunstancias. Aquí se ofrecen algunas de las más comunes:
- No hay zonas verdes o adecuadas cerca del domicilio.
- No se permite que los animales estén sueltos.
- Falta de tiempo por parte del dueño o cuidador.
- Problemas de salud del dueño o cuidador que le impidan salir de casa.
- Clima adverso.
Es necesario que las mascotas realicen ejercicio físico diario para prevenir problemas de salud derivados del sedentarismo (al igual que nos pasa a los humanos), como pueden ser la obesidad o los problemas articulares.
¿Existen cintas especiales?
Hoy en día se pueden encontrar en el mercado cintas de correr especiales para perros que suponen una excelente opción si se usan de forma regular. Si, por el contrario, solo se pretende hacer un uso de forma puntual, conviene valorar otras opciones, puesto que supone un importante desembolso. Existen cintas de correr para perros a partir de unos mil euros, pero si nos vamos a una gama media, el precio no suele bajar de los 2.500 €.
Estas cintas tienen unas características y unos enganches especiales que las hacen mucho más seguras. Suelen llevar rieles para poder colocar la correa y, además, cuentan con paneles laterales muy resistentes y seguros.
¿Puede un perro correr en una cinta para personas?
Los perros pueden utilizar también las cintas de correr para personas, pero éstas no cuentan con los elementos de seguridad que sirven para prevenir accidentes. Aun así, si se tienen en cuenta unas normas básicas, no suelen resultan peligrosas.
¿Cuánto debe caminar un perro en la cinta de correr?
Esta respuesta variará en función de la edad del perro, la raza y su estado de salud. Aun así, en líneas generales, un uso diario de media hora puede ser suficiente para que nuestra mascota tenga su dosis de ejercicio diaria.
Consejos a la hora de poner a un perro en la cinta de correr
Cuando un perro se enfrenta por primera vez a una cinta de correr es normal que tenga cierta animadversión. Con estos consejos básicos, la adaptación a la máquina puede ser más efectiva.
- Conviene enseñar al animal la máquina y explicarle para qué sirve y lo que esperamos que suceda. Es bueno que el perro empiece a conocer la palabra cinta. Así, en pocos días, cuando digamos esta palabra mágica, ya sabrá a lo que nos referimos.
- El primer día es recomendable que nos subamos a la cinta de correr nosotros y le enseñemos cómo funciona. Debemos ponerla en una intensidad muy baja e invitarle a que se suba y camine a nuestro lado. Como primera toma de contacto resulta un ejercicio perfecto. Si no quiere, no deberíamos obligarle.
- Tras este primer encuentro con la cinta, llega su momento. Le invitaremos a subir a la cinta con la correa para que nos siga. La ponemos a paso lento y nos bajamos. Si el perro se baja, debemos tener paciencia, puesto que es algo nuevo para él. Se le vuelve a subir. Cuando empiece a andar, le premiaremos con algún snack para motivarle. Esta operación debe repetirse hasta que el animal comprenda qué tiene que hacer y lo que esperamos de él. Hay que tener paciencia, puesto que a algunos canes les cuesta acostumbrarse.
- Con el paso de los días, conseguiremos que ya ande en la cinta. Entonces, llega el momento de subir un poco la intensidad. Si empieza a aumentar el ritmo y conseguimos que no se baje, habrá que premiarle de nuevo.
- Otro gran paso, es conseguir que cuando nos alejemos de la cinta, él siga haciendo ejercicio. Siempre hay que supervisar la sesión de entrenamiento, pero nuestra mascota debe acostumbrarse a que no estemos pegados durante toda la sesión. Y, si consigue los objetivos, habrá que felicitarle.
En definitiva, conseguir que un perro empiece a correr en una cinta no es tarea fácil y requiere de mucha paciencia. Aun así, si se siguen estos consejos y se le premia con asiduidad, el éxito está asegurado.
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