¿De qué son capaces los perros guía?
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Los perros guía son los más conocidos, pero no los únicos entrenados para ayudar a las personas. Existe una amplia variedad de perros de asistencia, pero, ¿sabes cuántas cosas pueden llegar a hacer por sus asistidos? Te lo contamos.
¿Qué es un perro de asistencia?
Un perro de asistencia es aquel que ha sido entrenado para ayudar y asistir a una persona con algún tipo de discapacidad con el fin de contribuir a mejorar su calidad de vida, tanto en el aspecto físico como en el psicológico. Gracias a ellos, las personas pueden desenvolverse con normalidad en su vida cotidiana, superando sus propias limitaciones y las barreras que vayan encontrando en el camino.
Las razas que habitualmente suelen desempeñar estas tareas son Golden retriever y Labrador retriever, ya que tienen las cualidades necesarias para convertirse en un buen perro de asistencia: son dóciles, pacíficos, previsibles y cariñosos, y además su capacidad de aprendizaje es muy alta. Pero también se pueden encontrar otras razas, como Pastor belga malinois y Alaskan malamute.
¿Qué puede hacer un perro de asistencia?
Las tareas que desempeña un perro de asistencia son muchas, y todas ellas buscan un único fin: romper las barreras físicas y emocionales de su dueño. Esas funciones se pueden dividir, de forma muy amplia, en seis categorías. La mayoría de los perros están entrenados para una de ellas, aunque los hay que dominan varias disciplinas.
Perro guía o lazarillo
Estos perros acompañan y guían a las personas con discapacidad visual o sordo-ciega, o a quienes tienen una deficiencia de visión, para que puedan desplazarse de un sitio a otro con seguridad o realizar tareas cotidianas con mayor facilidad. Se podría decir que los perros guía son los ojos de su dueño.
Sus tareas van desde evitar los obstáculos, hasta detenerse al borde de escaleras o aceras, o ignorar órdenes que puedan poner en riesgo la vida de su asistido.
Se suelen emplear razas de perros con una altura determinada y buenas capacidades psicológicas, como el Pastor alemán, el Labrador, el Golden retriever o el Australian cobberdog. Éste último es el más indicado para personas alérgicas, ya que al no mudar su pelo ni producir descamación, es hipoalergénico.
Perros de señalización de sonidos
Si en el caso anterior los perros eran los ojos de sus dueños, en este, los canes son los oídos de las personas con algún tipo de discapacidad auditiva. Se les entrena para que toquen a su asistido con las patas o el hocico cuando detectan determinados sonidos.
Por ejemplo, cuando suena un despertador, el timbre de la casa, una alarma de incendios, el pitido de un electrodoméstico, etc. Además, pueden parar a su dueño si, al cruzar una calle, un coche ha tocado el claxon porque no le da tiempo a frenar; o llevarle hacia su bebé cuando esté llorando.
Perros de servicio
Estos perros están entrenados para ayudar a las personas con discapacidad física en el desempeño de las actividades de su vida diaria. Pueden hacer cosas como recoger objetos del suelo, encender luces, abrir y cerrar cajones o puertas, desvestir al asistido, empujar una silla de ruedas… en definitiva, sirven de ayuda a muchas personas en sus quehaceres cotidianos.
Perros de respuesta médica o de aviso
Son perros adiestrados para detectar enfermedades y alertar de una condición clínica de su asistido. Son muy útiles tanto para personas mayores, como para aquellos que sufren epilepsia, diabetes u otro tipo de dolencias que pueden llevar a los afectados a sufrir crisis. Así, si se produce una hipoglucemia, una convulsión epiléptica, etc., el perro puede incluso activar un sistema de alerta para que su dueño reciba la ayuda necesaria.
En el siguiente vídeo, se ve a un perro ayudando a su dueña durante un ataque de epilepsia:
Perro de asistencia en autismo
Están adiestrados para proteger y salvaguardar la integridad física de personas con trastorno del espectro autista. Además, evitan conductas de fuga y reducen las estereotipias.
En algunos casos, el vinculo que se crea entre el animal y su dueño es tan fuerte que puede llegar a minimizar las conductas típicas de las personas con autismo, ayudándoles a reforzar las habilidades sociales, la concentración, la atención y la autoestima. Lo ideal es iniciar esta terapia lo más pronto posible, cuando el niño tenga unos tres o cuatro años.
Estas son algunas de las tareas que desempeñan estos perros:
Perros de terapia
Cada vez es más habitual ver terapias con animales en hospitales, geriátricos, pisos tutelados, centros para personas con discapacidad, etc. Y sus beneficios son muchos. Los pacientes que han formado parte de este tipo de terapias manifiestan una mayor seguridad en sí mismos, ya que, aunque sientan que tienen algunas limitaciones, los perros les ayudan a superarlas. Además, en el plano psicológico, son altamente beneficiosos en casos de depresión y drogodependencia.
Las razas más usadas como perros de terapia son el Labrador retriever, el Cavalier King Charles spaniel, el Chihuahua, el Yorkshire terrier y el Bulldog francés.
¿Cómo tratar a los perros de asistencia?
No hay que olvidar que los perros guía, los de servicio, o cualquier otro perro de asistencia, desempeñan un trabajo importante, incluso vital, para sus asistidos. Por eso, cuando te encuentres con uno, debes tener en cuenta ciertas normas de comportamiento:
- No le acaricies. Aunque el perro esté tumbado en el suelo e, incluso, parezca que está dormido, está trabajando. Si le acaricias, podrías distraerle, lo que podría ser perjudicial para la persona que va con él. Si quieres hacerlo, primero pregúntale a su dueño.
- No le ofrezcas comida. Por la misma razón que en el caso anterior, darle chuches o comida es la mayor distracción que puede tener.
- No dejes que tu perro se acerque. Si tu mascota es muy sociable y trata de saludar a todos los congéneres que encuentra en su camino, cuando se trate de un perro de asistencia debes evitarlo para no distraerle. Recuerda que está trabajando y debe estar alerta y al cuidado de su asistido.
- Si ves a un perro de asistencia solo, pide ayuda. Estos canes están adiestrados para alertar de cualquier crisis que pueda sufrir la persona que le acompaña. Por eso, si ves al perro solo es porque su dueño ha sufrido algún percance. Presta atención al perro y síguele a donde te lleve.
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