Qué tranquilizantes para perros existen
Licenciada en Veterinaria por la Universidad Alfonso X El Sabio desde 2009 y especializada en pequeños animales, perros, gatos y roedores.
Cuenta con su propia clínica veterinaria, donde dan servicio de consulta, pruebas de laboratorio y diagnóstico, hospitalización y cirugía.
Los perros, igual que las personas, pueden sufrir episodios de estrés, nervios, ansiedad y miedo. En ellos, la situación se complica porque no pueden hablar para decirnos qué les causa ese miedo, fobia o estrés.
Normalmente, sabemos que nuestras mascotas tienen estrés o ansiedad porque podemos percibir en ellos síntomas variados. Entre los más comunes destacan:
- Jadeo excesivo.
- Ladridos sin parar.
- Rotura de objetos.
- Hipersalivación.
- No paran quietos, no descansan.
- Apego exagerado a su dueño ante una situación de estrés.
- Agresividad.
¿Qué puede causar miedo en mi perro?
Podemos hablar de estos síntomas cuando un perro tiene miedo, ansiedad, fobia o estados de nerviosismo:
Miedos
Muchos perros tienen miedo a las tormentas, petardos, ruidos altos, etc. En estas ocasiones, se pondrá nervioso, ladrará, jadeará y temblará, entre otras cosas.
Es importante en estos casos prevenir estos momentos para poder utilizar un tranquilizante u otro. Ya que, por ejemplo, si hay tormenta y le damos a nuestro can un tranquilizante que hace su efecto máximo en 30 minutos, no servirá de nada, porque el medicamento conseguirá relajarle cuando ya hayan pasado los truenos.
Por eso, es tan importante conocer bien a nuestra mascota y contar con un veterinario de confianza que pueda asesorarnos de la manera más conveniente, como sucede con el Seguro de Mascotas MAPFRE, que ofrece los mejores profesionales, además de muchas otras ventajas.
Ansiedad
La ansiedad por separación es una patología cada vez más frecuente en los perros y que estamos oyendo mucho tras el confinamiento durante el Covid-19.
Lo que ocurre en estos casos es que el perro, cuando se queda solo, se siente tan estresado que puede ladrar sin parar, destruir objetos, orinar o defecar por casa, etc. No lo hace por qué sí, sino que la ansiedad que le genera quedarse solo, da lugar a este tipo de comportamientos.
En estos casos, los tranquilizantes en sí mismos no van a solucionar el problema, pero con la ayuda de un etólogo, sí que nos ayudarán a mejorar el comportamiento de nuestra mascota y que esas situaciones de soledad no le generen estrés ni ansiedad.
Fobia y estado de nervios
El mejor ejemplo de esta situación es el coche, ya que podemos diferenciar 3 tipos de perros:
- Perros tranquilos: aquellos que duermen todo el camino sin dar problema.
- Perros que duermen y van tranquilos pero que se marean: lo que provoca que vomiten varias veces a lo largo del viaje.
- Perros nerviosos: que van jadeando e histéricos, además de vomitar o tener diarreas durante todo el viaje.
En función del caso en el que estemos, utilizaremos sedantes, tranquilizantes u otros medicamentos dependiendo de los consejos que nos dé nuestro veterinario. Porque, eso sí, no debemos suministrar medicamentos a nuestro compañero peludo sin supervisión de un profesional, ya que estos varían en función del peso, las patologías, las alergias, etc. Y el daño que le podemos ocasionar es mucho peor.
¿Puedo utilizar tranquilizantes? ¿Cuáles son los más recomendables?
Antes de plantearnos utilizar un tranquilizante o sedante, debemos conocer cuál es el problema del perro para así, comprobar si el tratamiento que le vamos a dar es simplemente un “parche” temporal o si podemos utilizarlo para, más adelante, reconducir la conducta del animal.
Existen varios tipos de tranquilizantes y utilizar uno u otro dependerá sobre todo de:
- Edad.
- Raza.
- Tamaño.
- Duración del efecto deseado.
- Cada cuánto se utiliza.
Clasificaremos estos medicamentos en varios tipos:
Feromonas
Son sustancias químicas que desprenden los animales de forma natural. No sirven, por ejemplo, si sabemos que hay una tormenta, porque su efecto no será inmediato; o si hay un viaje en coche.
Necesitan más tiempo (son comunes cuando se trata de ansiedad por separación). Existen:
- Feromonas para cachorros: para adaptarlos al ambiente, en forma de difusor que no huele a nada en casa, collares, sprays o comprimidos.
- Feromonas para adultos: ayudan a tratar la ansiedad y los miedos, y se recomienda utilizar junto con una terapia de comportamiento.
Fármacos
Hay una lista inmensa de fármacos que pueden utilizarse en el día a día para los perros. Son habituales cuando necesitamos un efecto sedante y relajante de manera inmediata, como puede ser en viajes o incluso en ansiedades extremas, en las que el veterinario tenga que hacer uso de ellos.
Deben ser administrados siempre bajo supervisión veterinaria:
- Sedantes o tranquilizantes: fenotiazinas como la Acepromacina, por ejemplo, es la más utilizada para viajes o momentos puntuales en los que se necesite un estado de relajación y sedación casi inmediata. Debemos tener especial cuidado, porque puede provocar hipotensión y no estar indicada en animales geriátricos.
- Tranquilizantes como benzodiacepinas: más utilizadas, por ejemplo, para un manejo difícil del perro en la clínica o casos extremos de ansiedad o estrés. Sus efectos secundarios se elevan en cachorros y animales geriátricos y funcionan como un “parche”, no dando solución al problema.
Sustancias naturales
Suelen darse en gotas o jarabes y se utilizan para efectos a largo plazo, no para situaciones inmediatas.
Entre ellas podemos encontrar:
- Infusiones.
- Flores de Bach.
Los tranquilizantes o sedantes siempre deben ser recomendados por un veterinario. En ocasiones, son fármacos de humanos, que a diferentes dosis sirven en animales de compañía. Por eso, es importante consultar con tu veterinario y no extrapolar pesos de perros a personas, ya que pueden provocar hipotensiones y dar lugar a fallos renales, teniendo un desenlace fatal.
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